La problemática que se ha presentado en las localidades de Usme y Ciudad Bolívar por las afectaciones del Relleno Sanitario Doña Juana, van más allá de la grave invasión de moscas que se presentó desde la semana pasada, afectando sobre todo los barrios Mochuelo Alto, Mochuelo Bajo y Monte Blanco.

Por ejemplo, uno de los aspectos en los cuales hay una sentida necesidad, es el tema de salud, pues los habitantes de ese sector de la ciudad solicitan que se preste un excelente servicio en el Centro de Salud, la UPA y el CAPS. También hay necesidades importantes en materia de movilidad, ya que las rutas alimentadoras y del SITP se demoran bastante en pasar, incluso los residentes de la zona afirman que una ruta puede tardar hasta 2 horas.

Lo anterior da cuenta de que la ciudad, y la misma Administración, tienen la responsabilidad de priorizar acciones en pro de las personas que viven cerca del Relleno Sanitario, y en ese sentido, y en el marco de lo que será el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial, hay que pensar muy bien en el uso que se le va a dar al suelo en esa zona. Hay que decirle a los residentes del sector cuáles son las acciones a seguir.

No obstante, el Concejal Diego Devia considera seriamente que es necesario ir más allá en el tema de la disposición final de basuras, porque como la licencia de operación del Relleno va hasta el 2022 o hasta la cota de llenado, no se puede seguir enterrando la basura, sino que hay que contemplar otras alternativas, como el enfardado, la termólisis, la utilización de plasma, o la que sería más viable, la pirolisis para transformar la basura en energía.

El Concejal Devia también cree que la ciudad necesita con urgencia una Política Pública de Reciclaje, que lleve a todos los bogotanos a cambiar su mentalidad con respecto a las basuras que producen, debido a que si los hogares empiezan a reciclar, la cantidad de basura que llegaría al Relleno disminuiría, lo cual implica que la nueva Licitación de Recolección, Barrido y Limpieza que realizará la UAESP, debe contemplar necesariamente la utilización de dos clases de vehículos, unos para recoger los residuos aprovechables, los cuales no deberían ser llevados a Doña Juana, sino a otro sitio, y otros vehículos para recoger los residuos no aprovechables, los cuales sí deben ser llevados al Relleno.