Miles de catalanes opositores a la independencia salieron a marchar en Barcelona
Miles de catalanes contrarios a la secesión salieron a la calle en Barcelona mostrando la división en la región, por cuyo control pugnan el gobierno español y el destituido ejecutivo independentista catalán.
Bajo el lema “¡Todos somos Cataluña!” y un mar de banderas españolas, catalanas y de la Unión Europea, la multitud comenzó a marchar por el centro de la capital catalana.
Con el apoyo de los principales partidos no separatistas, la manifestación fue organizada por la asociación anti-independencia Sociedad Civil Catalana (SCC).
“Ha sido una locura que nos ha llevado al precipicio”, repudió Alex Ramos, vicepresidente de SCC, en referencia a la declaración unilateral de independencia hecha por la mayoría independentista del parlamento catalán el viernes pasado.
Ese día se alcanzó el punto álgido del prolongado conflicto de la región de Cataluña con el ejecutivo central de Mariano Rajoy: los independentistas proclamaron una república, a lo que Madrid respondió destituyendo al gobierno regional y tomando el control de su administración.
Considerada una ofensa por los separatistas, la intervención de Madrid ha sido saludada con cierto alivio por alrededor de la mitad de los 7,5 millones de habitantes de esta región que, tras años eclipsados por las movilizaciones independentistas, aumentaron sus protestas.
“Yo en mi pueblo soy incapaz de salir con la bandera española”, lamentó en la marcha Marina Fernández, una estudiante de 19 años de Gerona, una de las ciudades más independentistas de la región.
“Nos han tomado el pelo. Es ilegal lo que han hecho”, se indignaba Miguel Ángel García, jubilado de 70 años. “Si Madrid no hace pagar responsabilidades, judicialmente o como sea, me sentiré estafado completamente”.
Por segundo día consecutivo, esta región española proclamada como república, aunque no reconocida por nadie, se despertó sin saber quién llevaba las riendas de su administración.
Oficialmente el gobierno dirigido por Carles Puigdemont fue destituido y sus funciones las asumió la vicepresidenta del ejecutivo español, Soraya Sáenz de Santamaría. También el parlamento está disuelto hasta las elecciones convocadas por Rajoy, el 21 de diciembre.
Alrededor de 150 altos cargos de la administración catalana fueron asimismo cesados y la cúpula de la policía regional, los Mossos d’Esquadra, relevada por órdenes del Ministerio del Interior. En la sede del gobierno catalán seguía ondeando la bandera española.