Economía

Exportaciones sortearon los desafíos del 2017

Aunque 2017 no fue un año fácil para la economía colombiana por cuenta de un crecimiento económico desacelerado, el cierre de este año comenzó a mostrar con claridad las buenas señales de recuperación que estábamos augurando. Ya estamos viendo algunos signos positivos como una mayor demanda de crédito, el crecimiento en el consumo de energía y, sobre todo, del repunte de la confianza de empresarios y consumidores.

Uno de los signos que nos resulta más alentador es el comportamiento de las exportaciones colombianas en lo corrido del año. Sin duda, valga decirlo, los resultados en rojo vistos en 2016 se revirtieron para dar paso a una canasta exportadora cada vez más diversa que se aleja de la dependencia de las ventas externas del renglón minero – energético.

Los números hablan por sí solos: 12 meses consecutivos de crecimiento en las exportaciones, así como el aumento de 8,5% en las ventas de bienes no minero – energéticos y de 6% en servicios dan cuenta de las buenas noticias del comercio exterior colombiano.

Pero más allá de trabajar desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT) en el crecimiento y diversificación de las exportaciones del país, nos hemos concentrado en frentes de crucial importancia para nuestra economía como la consolidación de nuevos mercados abiertos, la recuperación de la confianza de los empresarios, el fortalecimiento de la productividad empresarial y en la simplificación de trámites para dar pasos certeros hacia una mayor competitividad.

Tenemos en frente un 2018 que nos plantea grandes retos. El primero de ellos, como ya fue mencionado, consiste en no dejar de trabajar por la diversificación de la canasta exportadora. No cabe duda de que el aparato productivo de la Nación está en capacidad de generar bienes y servicios con alto grado de sofisticación.

Sin embargo, hacer sostenible en el tiempo esta dinámica requiere de un compromiso constante con la productividad empresarial.

Para lograr este propósito, contamos con los pilares de la Política de Desarrollo Productivo liderada por el Gobierno Nacional que se ven reflejados en programas como Colombia Productiva -que busca fortalecer a la pequeña y mediana industria del país- y en iniciativas como ‘Menos trámites, más simples’ -esta fue diseñada para facilitarle la vida a los empresarios-. Estamos convencidos de que instrumentos como estos harán la diferencia.

Un segundo reto que nos depara el año que viene es la potencialización del sector turismo. Más que un desafío por superar, nuestro país tiene una enorme oportunidad de consolidar este renglón de la economía como el segundo más importante. Posicionar a Colombia como un destino atractivo en el que se destaquen el turismo científico, el ecoturismo, el avistamiento de aves y el biciturismo, entre otros, son algunas de nuestras metas en esta dirección.

Asimismo, buscamos jalonar hacia el sector turismo un mayor volumen de inversión que se vea reflejado en una infraestructura más fuerte, en nuevos puestos de trabajo y, por supuesto, en un incremento en el número de visitantes foráneos (tenemos como meta superar los 6 millones de visitantes extranjeros anuales).

Por otra parte, un tercer reto que nos convoca como país es persistir en la lucha frontal contra el contrabando. Por ello, prolongar los esfuerzos de la Dian, la Uiaf, la Polfa, el Minhacienda y el MinCIT es de crucial importancia para proteger nuestra industria y la creación de nuevos empleos. Debemos recordar que en 2017 hemos dado golpes contundentes a estructuras de contrabando que hacían mucho daño a nuestro aparato productivo. Este año logramos la cifra récord de $317 mil millones en mercancías aprehendidas, más de 12 organizaciones desarticuladas y más de 600 capturas. No cesaremos en estas acciones.

Estamos en un momento definitivo para empujar nuestra economía hacia una nueva etapa marcada por la sofisticación y la diversificación de nuestra oferta productiva y turística.

En ese sentido, nuestro cuarto reto en 2018 es mantener el empuje del aparato productivo, independientemente del desarrollo de la coyuntura electoral que atraviesa el país. Debemos evitar a toda costa la politización de nuestra economía y nuestras empresas.

En este 2018, los empresarios y el Gobierno debemos unir esfuerzos para poder enfrentar estos desafíos. Sin duda, trabajar juntos nos traerá resultados contundentes.