El Colegio de Enfermeras de Caracas llamó a un «paro presencial», desde el lunes y de manera «indefinida», a todas las personas que ejercen desde esta área de la salud para exigir un aumento salarial y la dotación de materiales y medicinas en los hospitales en medio de la grave crisis económica que afecta al país.

«A parte de seguir peleando por los insumos -materiales- y los medicamentos de nuestros pacientes, porque es la vida lo que está en riesgo, también tenemos que agregarle a esa agenda de lucha la parte social de la enfermera, la agenda económica», dijo la presidenta del Colegio de Enfermeros de Caracas, Ana Rosario Contreras.

En declaraciones a la emisora privada Unión Radio, Contreras indicó que el paro será «presencial» y que solo atenderán «emergencias quirúrgicas», de terapia intensiva o situaciones en las que esté comprometida la vida de un paciente.

Dijo también que los Colegios de Enfermeras de Mérida, Táchira, Portuguesa (oeste), Bolívar (sur) y Carabobo (centro) se han manifestado a favor de este llamado y que otros estados como Anzoátegui (este) están analizando la situación.

Explicó que esta convocatoria es «un llamado de atención» al Gobierno, pues desde 2014 han tenido que tolerar «cómo se ha agudizado la crisis» y cómo se han visto «afectadas como profesionales» cuando no disponen de materiales médicos.

«Nosotros escuchamos con profunda decepción al ciudadano presidente de la república cuando él anunció un incremento salarial, el salario mínimo a 5.196.000 bolívares (equivalentes a 65 dólares según la única tasa oficial de cambio). Los que vamos al mercado (…) sabemos que ni siquiera nos va a alcanzar para un cartón de huevos», dijo.

«Hoy los profesionales de la enfermería, que llevamos con orgullo un uniforme blanco, tenemos que ver cómo se percuden nuestros uniformes, cómo nuestros zapatos rotos no los podemos sustituir», porque el salario no alcanza, prosiguió.

El pasado miércoles, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aumentó en 103 % el salario mínimo integral del país y lo ubicó en 5.196.000 bolívares, un incremento que se desvanece en las manos de los ciudadanos del país debido a la hiperinflación y el control de cambio estatal.

La nación suramericana enfrenta además escasez de medicinas, alimentos, efectivo y presenta problemas en los servicios públicos, como el transporte, la luz y el agua, una situación que la Administración de Maduro achaca