En el Aeropuerto Internacional El Dorado se incautaron 216 ranas venenosas, cuyo destino final era Alemania. Estaban camufladas en empaques de rollos fotográficos y su valor en el mercado ilegal de fauna silvestre supera los 400.000 dólares.
Se trata de la mayor incautación de anfibios a traficantes de fauna silvestre en Bogotá. El rescate se logró gracias a los protocolos de seguridad que activó la terminal aérea.
Según señaló la Policía, los animales habían sido transportados por tierra desde Cali hasta Bogotá con destino Alemania, para ser vendidas a coleccionistas o para darle uso a su veneno.
El secretario de Ambiente, Francisco Cruz, destacó que cada rana puede costar alrededor de 2.000 dólares en el mercado ilegal, lo que significa que en pesos colombianos todo el embarque tendría un valor de más de 1.200 millones de pesos.
Las ranas venenosas estaban siendo transportadas en 194 empaques de rollos fotográficos camuflados entre ropa de hombre y mujer al interior de una tula, la cual fue abandonada en uno de los baños del aeropuerto.
Profesionales de la Secretaría Distrital de Ambiente realizaron la inspección de los recipientes e identificaron 216 ranas de tres especies diferentes: 53 Arlequín, 50 de Lehmann y 13 Kiki, las cuales son endémicas del Pacífico colombiano.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la rana venenosa de Lehmann se encuentra amenazada en categoría de peligro crítico. La rana Kiki está en categoría casi amenazada y la población de la rana Arlequín ha venido decreciendo significativamente.
Los animales permanecen en el Centro de Recepción de Flora y Fauna Silvestre, donde especialistas de la Secretaría de Ambiente y del Instituto de Protección Animal. Se trata de especies que se pueden encontrar en los municipios de Baudó, Tadó y Playa de Oro, en el departamento del Chocó.
Nacional adelanta las investigaciones respectivas para identificar a los responsables de estos hechos.
ACTUALIZACIÓN. El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, anunció que 11 de estas ranas muerieron por graves lesiones a causa del cautiverio. Y en este momento, las demás fueron remitidas a un área en cuarentena para ser recuperados y determinar el posible regreso a su hábitat.
Ante este hecho, la Alcaldía de Bogotá le recuerda a la ciudadanía que el tráfico de especies silvestres es un delito ambiental cuyas multas pueden alcanzar los 3.600 millones de pesos como lo establece la Ley 1333 de 2009.
