Tras lograr el triunfo en la Copa Libertadores, el argentino River Plate viaja desde España a Emiratos Árabes Unidos con el sueño de conquistar el esquivo Mundial de Clubes.
La victoria por 3-1 (5-3 en el global) en el estadio Santiago Bernabéu, escenario sobrevenido del desenlace de la Libertadores tras la violencia ocurrida en Buenos Aires, le permite al club «millonario» optar a su segundo cetro mundial que se le escapó hace tres años.
Su principal obstáculo será su actual anfitrión y ganador de las últimas dos ediciones: un Real Madrid debilitado por la marcha de Cristiano Ronaldo y dirigido por un conocido del estadio Monumental, su exjugador Santiago Solari.
«River se cita con el Madrid (…) Junto con los blancos, favorito para jugar la final del mundialito», rezaba este lunes el diario deportivo más leído de España, Marca, en una portada dedicada a los flamantes campeones sudamericanos.
Los «millonarios», que en principio deben partir el martes de Madrid, debutarán en la primera semifinal el 18 de diciembre frente al ganador del partido que disputen tres días antes el Esperance de Túnez y el vencedor del encuentro que enfrente al Al Ain local contra el Team Wellington neozelandés.
Por su parte, el Real Madrid, que el domingo sólo consiguió arrancar un 0-1 ante el colista de la Liga española, el Huesca, deberá superar en la otra semifinal al ganador entre el Kashima Antlers japonés y el Chivas de Guadalajara mexicano.
Si no hay sorpresas, River debería enfrentarse a los blancos el 22 de diciembre con el objetivo de devolver a Sudamérica el cetro mundial y romper la hegemonía europea en este torneo.
En los últimos once años, solo el Corinthians brasileño consiguió llevar la copa al continente americano al derrotar 1-0 al Chelsea inglés en 2012.
– Una espina para River y Gallardo –
«Afrontamos el Mundial como un paso más para quedar en la historia de River. Pero hoy y mañana dejadnos disfrutar», aseguró el central Javier Pinola en la zona mixta del Santiago Bernabéu.
El trofeo se trata de una espina clavada para el club, ganador del anterior formato de Copa Intercontinental en 1986 (1-0 ante el Steaua de Bucarest) pero derrotado en las finales de 1996 y 2015, esta última ya en el formato actual.
Varios de los actuales integrantes de la plantilla, como el capitán Leonardo Ponzio, el central Jonatan Maidana o un joven Gonzalo ‘Pity’ Martínez, estuvieron en la última final en Japón, donde el equipo «millonario» sucumbió ante el FC Barcelona.
Liderados por el astro argentino Lionel Messi, los azulgrana apabullaron con un gol del ’10’ y dos del uruguayo Luis Suárez a los hombres de Marcelo Gallardo.
Para el ‘Muñeco’, que en el banquillo «millonario» ha ganado dos Libertadores (2015, 2018), una Copa Sudamericana (2014) y dos copas de Argentina (2016, 2017), el torneo también es una asignatura pendiente.
No solo se le escapó la final de 2015, sino también la de 1996 como jugador aunque él no participó del encuentro ante la Juventus italiano, que se impuso con un solitario gol de Alessandro del Piero.
«Gallardo va por la vencida», titulaba este lunes el periódico deportivo argentino Olé.
El torneo también despierta un sabor amargo en el guardameta «millonario», Franco Armani, uno de los héroes de la Libertadores que en 2016 no disputó la final ante el Real Madrid porque su Atlético Nacional (Colombia) cayó en semifinales ante el Kashima Antlers (0-3).
Privados de la celebración del cetro sudamericano con su afición por la violencia de un grupo de radicales, los «millonarios» esperan volver a casa por Navidad con otro trofeo bajo el brazo y teñir nuevamente de blanco y rojo las calles de Buenos Aires. AFP