En el desarrollo de una operación ofensiva, la Armada Nacional y la Fiscalía General, con la cooperación de autoridades francesas y panameñas, lograron la incautación de 311 kilogramos de clorhidrato de cocaína que habrían sido transportados vía marítima desde América hasta Europa.
Luego de un estricto seguimiento desde Panamá y posterior control en la ciudad de Cartagena, se realizó una inspección a bordo del buque mercante identificado como CMA CGM Tanya de bandera Malta, en el puerto de Maasvlakte en Rotterdam (Holanda), donde se encontraron los estupefacientes al interior de un contenedor, los cuales serían recibidos por una estructura narcotraficante de ese país para ser comercializados en el mercado europeo.
El material ilícito fue puesto a disposición de la autoridad competente y durante la operación no se registraron capturas. Con esta operación se logra una afectación de las finanzas a las estructuras delincuenciales en el continente americano, en esta ocasión avaluada en 9.330.000 de Euros.