Bogotá

El gas natural protagonista de lnueva flota de buses que da comienzo a una nueva era en Transmilenio

Radio Santa Fe CM

Serán un total de 741 articulados y biarticulados que conforman el 51% de los nuevos buses de Transmilenio y que funcionarán con la tecnología Euro VI a gas natural, una de la más avanzadas en el mundo en materia ambiental.

Con la esperada renovación de la flota de Transmilenio, con 1.441 nuevos buses, Bogotá inicia una nueva era en su sistema de transporte masivo. Se trata de una de las flotas más limpias del mundo y en la cual entran en operación 741 buses a gas natural vehicular con casi cero emisiones que bajo los estándares Euro VI cumplen con la normativa de emisión de vehículos más exigente del mundo para el cuidado de la calidad del aire. Este hecho ratifica que el gas natural se ha convertido en una opción para el transporte en Colombia.

Para Vanti, la renovación de la flota de Transmilenio ratifica que el gas natural es la única tecnología completamente disponible hoy, que representará un beneficio ambiental directo desde el inicio de la operación de cada uno de los buses que reemplace la antigua flota, que completó más de 15 años de servicio.

Los nuevos vehículos generarán un impacto real y significativo con la reducción del 100% de las emisiones de material particulado y óxidos de nitrógeno, los contaminantes que más perjudican la salud de los bogotanos, con una reducción de dióxido de carbono (CO2) cercana al 50% y adicionalmente, con una reducción de las emisiones sonoras diez veces inferiores a los vehículos que salen de circulación, una característica de los motores Euro VI.

En los próximos diez años, tiempo contemplado como mínimo para la operación de estos nuevos buses, la reducción de impacto ambiental por la flota a gas natural será superior a 1 millón de toneladas de CO2 descargadas. Así mismo, según las proyecciones realizadas por la Universidad Nacional de Colombia para la Secretaría de Ambiente, durante este periodo se dejará de emitir 11 toneladas de material particulado, 9.600 toneladas de óxidos de nitrógeno (NOX) y 3.992 toneladas de monóxido de carbono (CO).

Un hecho que llama la atención es la comparación de los motores a gas natural con la alternativa de los motores eléctricos. En materia de emisiones que afectan la salud su impacto es prácticamente similar. A su vez, con relación al impacto ambiental, la energía que requieren los motores a gas natural es producida con una reducción del 50% en dióxido de carbono (CO2), frente a los motores de la flota que sale de circulación. Por su parte, la energía de los motores eléctricos es producida en Colombia mediante hidroeléctricas y termoeléctricas a base de carbón.

Rodolfo Anaya Abello, presidente de Vanti destacó que “este avance con la nueva flota de buses a gas natural que reciben los habitantes de Bogotá es producto de una sumatoria de esfuerzos encabezados por la administración distrital, Transmilenio, los operadores oferentes con GNV y el fabricante de buses SCANIA, que marcaron el camino hacia la utilización de vehículos con combustibles limpios en la capital. A ellos se sumaron ambientalistas, expertos en transporte, académicos, medios de comunicación y comunidad en general, que con su aporte concientizaron sobre la necesidad de que la ciudad contara con combustibles que permitan mejorar la calidad del aire”.

Asimismo, destacó que “en el sector de gas natural contamos con la experiencia, el servicio y la infraestructura para que el gas natural sea el camino que Colombia siga para potenciar el crecimiento del transporte masivo y para asegurar el bienestar de la sociedad”.

Otro atributo del gas natural es su bajo costo de operación que junto a la estructura tarifaria generan certidumbre a los operadores, en este caso de un sistema de transporte masivo. A ello se agrega el hecho de que la regulación y las condiciones de oferta y demanda en Colombia aseguran la disponibilidad del combustible a largo plazo.

Lo ocurrido en Transmilenio con la renovación de la flota ratifica que el gas natural es una alternativa real, viable, amigable con el ambiente, rentable y segura para continuar la transición energética tanto en la capital como en el país.