Mevlut Cavusoglu, ministro de Relaciones Exteriores turco, se refirió al anuncio de cese el fuego por parte de Turquía en la frontera con Siria y advirtió que “suspendemos la operación, no la terminamos … Terminaremos la operación solamente después de que (los combatientes kurdos) se retiren totalmente de la región”.
Bautizada “Manantial de paz”, la ofensiva turca contra las fuerzas kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG) en el noroeste de Siria, lanzada el 9 de octubre, provocó indignación internacional.
De hecho, este jueves el ejército turco intentaba arrebatar a las fuerzas kurdas una segunda ciudad fronteriza.
La ofensiva ya ha dejado casi 500 muertos, un centenar de ellos civiles, y ha obligado a desplazarse a 300.000 personas, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Al respecto, el presidente estadounidense, Donald Trump, saludó el anuncio y dijo que se trata de “un gran día” para Estados Unidos, Turquía y los kurdos.
“Tenemos un alto el fuego de cinco días”, declaró Trump desde Forth Worth, en Texas. “Los kurdos están increíblemente contentos con esta solución”, agregó el mandatario, quien manifestó su satisfacción de que las negociaciones hayan dado resultados “tan rápido”.
Trump pareció dar su luz verde a esta ofensiva, antes de recibir una avalancha de críticas internacionales y de su propio partido, que hicieron que pidiera a Turquía poner fin a la operación.
Los occidentales apoyan a las YPG por su papel en la lucha contra los yihadistas del Estado Islámico (EI), pero Ankara los considera “terroristas”.
De otro lado, las fuerzas kurdas en Siria están dispuestas a respetar la iniciativa de cese el fuego revelada por Estados Unidos y Turquía, anunció el comandante de una alianza de combatientes kurdos y árabes que resiste a la ofensiva lanzada por Turquía en el norte sirio.