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La Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas) reveló las cifras más recientes de automóviles convertidos a gas natural en el año, así como el número de vehículos de transporte de pasajeros, volquetas, camiones y tractocamiones que se han adquirido en el país en los últimos 10 meses y que funcionan de fábrica con este combustible.
“Hemos superado las expectativas en los diferentes segmentos de demanda de transporte. El gas natural ha sido una apuesta de movilidad sostenible para muchos alcaldes y gobernadores, así como de empresarios que ya ven ahorros en costos operativos y mejoras en la calidad del aire”, afirmó Orlando Cabrales Segovia, presidente de Naturgas.
El número de vehículos convertidos a septiembre de 2019 sobrepasó la cifra lograda el año pasado. Según el Ministerio de Minas y Energía, van 15.480 unidades que le han apostado a un combustible más económico y eficiente, presentando la mayor cantidad de conversiones en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Pereira.
En cuanto a taxis dedicados a gas natural (de fábrica), el número ha crecido considerablemente llegando a los 110 vehículos. Se espera la llegada de 65 adicionales, principalmente a Bogotá y el Eje Cafetero.
En transporte público de pasajeros, camiones, tractocamiones, volquetas y recolectores de basura, hoy están rodando 1.300 vehículos pesados dedicados a gas natural y a final de año se tendrán cerca de 1.600. “El transporte público y de carga se ha pasado al gas natural vehicular, por sus beneficios económicos, ofreciendo ahorros alrededor del 50% con relación a la gasolina y al 35% frente al diesel”, explicó Cabrales Segovia.
Antioquia presenta el aporte más alto en vehículos pesados a gas natural (488), seguido de Bolívar (340), Bogotá (284) y Valle del Cauca (81).
Un segmento nuevo que seguirá creciendo en Colombia es el de los tractocamiones. El país terminará 2019 con más de 200 tractocamiones a gas natural, lo cual es positivo para el medio ambiente pues el transporte de carga es el principal contaminante en las ciudades y causante de la mala calidad del aire. En Bogotá, por ejemplo, es el responsable del 32% de las emisiones de material particulado.