–Brownie y Vainilla son los dos nuevos integrantes de la familia de Tití gris que habita la Universidad de Antioquia. El grupo de monos está conformado por un macho adulto, dos hembras adultas y las dos crías que tienen entre cuatro y dos meses de edad, respectivamente.
Ambos nacimientos son dulces logros para el proyecto La conservación del tití gris, un reto de ciudad, iniciativa del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, máxima autoridad ambiental, y la Universidad de Antioquia.
Para conocer detalles de los pequeños como su estado, salud y sexo, los investigadores deben esperar que superen el año de edad para acercarse a ellos, hacerlo antes de este tiempo, podría ponerlos en riesgo.
?? ¡Nacieron dos titíes en el Campus!
Brownie y Vainilla ?? son los nuevos integrantes de la familia de tití gris que habita la Alma Máter.
? Son una esperanza para la conservación de esta especie amenazada.
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El tití gris es una especie de mono citadino endémico del noroccidente colombiano, incluyendo Antioquia, que vive en entornos urbanos y está amenazada principalmente por el tráfico y la deforestación.
De acuerdo con el director científico del proyecto Iván Darío Soto Calderón, el nacimiento de los dos monitos es un gran logro para la conservación urbana de esta especie, que trae consigo, además, nuevos datos en relación a la época de reproducción y su comportamiento.
«Aunque técnicamente este grupo está libre, vive en los árboles y pueden desplegar sus comportamientos naturales, se consideran en cautiverio porque están en un ambiente creado y diseñado por el hombre, es verde y fresco pero no es un ambiente natural, sin embargo, ofrece todas las posibilidades para vivir», agregó.
Recordemos que en julio de 2018, cuatro titíes rescatados del tráfico ilegal y rehabililtados fueron trasladados a la Universidad de Antioquia para convivir con otros dos monos que habitaban el Campus. Esto fue posible gracias a Corpocaldas, (entidad que los rescató y recuperó), y al Área Metropolitana y a la Universidad de Antioquia, (encargadas de su cuidado).
El proceso de rehabilitación de esta especie después de ser rescatada, incluye la restauración de sus comportamientos naturales: la búsqueda de alimentos, la defensa ante posibles riesgos, el desplazamiento, la reproducción y la socialización, según la autoridad ambiental del Valle de Aburrá, Amva.
Cuando el tití gris está bajo estrés puede tener problemas para reproducirse y para que las crías sobrevivan. Que un bebé sea sano es el mejor indicador del proceso.
«Para que logren reproducirse requieren varias condiciones: que los animales no estén estresados, que tengan una buena nutrición y que no pierdan sus comportamientos naturales, sus instintos de reproducción», destacó Iván Soto.
La edad de este mono se clasifica en varias etapas:
-Infantil o Infante
-Juvenil: son un poco más independientes, se bajan del lomo de los padres.
-Después del año: adulto joven.
-En el segundo año de vida alcanza la adultez plena y puede reproducirse si los otros miembros del grupo lo permiten.
El nacimiento de las dos crías dejó dos datos importantes para los biólogos.
«Se creía que una sola hembra del grupo era la que se reproducía, pero estas dos crías muy probablemente son de hembras distintas, porque la gestación de un tití es de cinco meses y las crías se llevan entre uno y dos meses. Esto es una buen noticia para la especie», enfatizó el director científico del proyecto.
Otro nuevo dato es la época de reproducción. Pueden reproducirse en más de dos periodos con variación en la época y no dos veces al año como se creía inicialmente.
Hasta hace poco, este grupo estaba conformado por seis titíes: dos machos adultos, dos hembras adultas y las dos crías. Después del nacimiento de los bebés, el grupo al parecer, atraviesa un proceso de cambio o inestabilidad en su jerarquía que genera riñas entre ellos, según los investigadores.
Ricardito, Tarzán, Cocoa y Maple, los adultos del grupo, pasan por momentos de tensión en la convivencia. Debido a las diversas agresiones que sufrió en repetidas ocasiones, Tarzán, el macho reproductor introducido en 2018, fue retirado del Campus.
Esta decisión se tomó con el fin de garantizar su supervivencia, debido a que los titíes son territoriales y agresivos.
El nacimiento y la superviviencia de Brownie y Vainilla y su seguimiento constante, evidencia que los titíes pueden obtener comida por sus propia cuenta, sin necesidad de ayuda de los humanos. Las 23.4 hectáreas de Campus universitario con 3.000 árboles de 280 distintas especies, proporcionan una buena fuente de alimentos.
«A lo largo de 216 años hemos tenido grandes visionarios y se les ocurrió, hace 50 años, no solo construir una ciudadela universitaria sino un arboretum, una muestra importante de la biodiversidad de plantas que habitaban en ese entonces la ciudad y el Valle de Aburrá. Tenemos una riqueza traducida en más de 200 especies de árboles, cada árbol que plantamos tiene un objetivo, no solo es la reforestación de pino y eucalipto, hay una enorme diversidad de especies y géneros y eso ayuda a la adaptación de la vida silvestre en nuestro Campus.», señaló el rector de la Universidad de Antioquia, John Jairo Arboleda Céspedes.
Por su parte, el director del Amva, Eugenio Prieto Soto, manifestó la alegría y satisfacción del equipo de trabajo por estos importantes nacimientos para la fauna silvestre endémica.
«Estos nacimientos son valiosos en materia de diversidad biológica y ecológica, esperamos que este campus sea parte de un laboratorio vivo del Valle de Aburrá para la biodiversidad en la conservación en entornos urbanos. Presentaremos un estudio de conectividad que realizamos con la Universidad Nacional, una propuesta para conectar la Universidad de Antioquia con el Jardín Botánico, el cerro El Volador, Robledo y la Universidad Nacional, que busca facilitar el desplazamiento de estas familias de monos titíes grises y garantizar a futuro la prolongación de esta especie.», señaló Prieto Soto.
La comunidad universitaria puede aportar a la conservación de la biodiversidad respetando la vida, el hábitat y la libre circulación de fauna silvestre. Lo que incluye no alimentar o tocar a los animales y cuidar las plantas y los árboles, dejando sus frutos allí pues son el alimento de aves, reptiles, roedores y otras especies.
La conservación del Tití Gris, un reto de ciudad, es una iniciativa que apunta a la viabilidad de un modelo de conservación y protección de fauna silvestre y flora en entornos urbanos, que podría ser replicable en otras ciudades de Colombia. (Información y foto U. Antioquia).