Una reciente erupción del volcán Popocatépetl dejó sorprendidos a los mexicanos por la espectacularidad de las imágenes. Sin embargo, autoridades dijeron que era algo normal y que el asombro se debía a las tomas hechas por nuevas cámaras de alta resolución usadas para monitorearlo.

El jueves por la mañana, el Popocatépetl (“el cerro que humea” en lengua náhuatl), ubicado a unos 72 kilómetros al sureste de Ciudad de México, erupcionó y dejó una columna de cenizas de tres kilómetros de altura, visible desde ciudades aledañas.

En redes sociales, usuarios compartieron las imágenes del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) con mensajes como “¡Impresionante erupción que acaba de tener el Popocatépetl! Oremos por los habitantes de esa zona”.

Pero Abigail Cervantes, subdirectora de Publicaciones del Cenapred, dijo a Reuters que “es algo normal” y que, incluso, en otras oportunidades la fumarola había alcanzado una altura mucho mayor, de hasta 10 kilómetros.

“El 21 de diciembre se instalaron nuevas cámaras de alta resolución. Por eso se vio más espectacular”, explicó.

“Como en esta temporada está más despejado, (la columna de ceniza) se vio desde Ciudad de México”, agregó. De todas formas, las autoridades pidieron a la población no acercarse al volcán y llevar tapabocas para evitar ingerir sustancias nocivas.

Desde 1994, el Popocatépetl empezó una nueva etapa eruptiva. El volcán, el segundo más alto de México con una elevación de 5,550 metros sobre el nivel del mar, es uno de los más monitoreados del mundo y también uno de los más peligrosos por la amenaza latente que representa para millones de personas que viven cerca. Reuters