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En 6 hospitales colombianos se prueba tratamiento con hidroxicloroquina para Covid-19

–De manera controlada, aleatoria y pragmática se llevará a cabo en seis hospitales colombianos un tratamiento con hidroxicoloroquinan para pacientes con COVID-19.

Dentro del grupo control habrá un segmento con el medicamento a evaluar y otro con un tipo de medicamento “estándar”, lo cual permitirá comparar los resultados y la reacción de los pacientes, además de evaluar posibles efectos colaterales, según informó la Universidad Nacional de Colombia.

En el estudio se utilizará la hidroxicloroquina, tanto sola como combinada con otros medicamentos, en contraste con el tratamiento estándar.

Los científicos de la Universidad Nacional aclaran que no es aconsejable el uso autodiagnosticado de estos medicamentos, ya que están en periodo de prueba y aún no se conocen los efectos generados sobre los pacientes con COVID-19.

El tratamiento aplicará, en primera instancia, a los pacientes que participen en el estudio en los hospitales Universitario Nacional (HUN), San Ignacio, Cardio Infantil, Universitario de Neiva y en las clínicas Universitaria Colombia y Reina Sofía.

Este tipo de estudio de caracterización controlada, aleatoria y pragmática se realiza con el fin de evaluar las intervenciones o los tratamientos que buscan cambiar el curso de una enfermedad, disminuir los efectos de la misma o lograr la cura, además de conocer la reacción del paciente y mejorar su calidad de vida o incluso propender por una muerte digna.

El profesor Hernando Gaitán, director de Investigación y Extensión de la UNAL Sede Bogotá, quien junto con otro grupo de investigadores de la Institución propuso avanzar en esta área poco explorada hasta ahora por estos, señaló que a diferencia de una vacuna, que sirve para prevenir las enfermedades, el tratamiento farmacológico busca idealmente curar al paciente –cabe aclarar la dificultad y reto que existe frente a los virus- o reducir la duración y la severidad de la infección o la enfermedad así como aumentar la esperanza de vida de los pacientes, por ejemplo, como sucede hoy con el tratamiento contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

La iniciativa nació hace un par de semanas, tras una reunión del Grupo de Investigaciones Clínicas de la UNAL, en la cual se buscaba definir cómo podrían aportar en la emergencia actual, esto desde el objetivo de evaluar los beneficios y los riesgos de las diferentes opciones de tratamiento farmacológico en pacientes con síntomas y enfermos de COVID-19.

El comunicado “Consenso colombiano de atención, diagnóstico y manejo de la infección por SARS-CoV-2/COVID-19” más algunos documentos producto de una revisión bibliográfica de tratamientos y resultados de las pruebas fueron el principal referente para que el equipo tuviera un bosquejo listo en el momento en el que se abrió la convocatoria Mincienciatón, aspecto que favoreció su selección como proyecto financiable.

El proyecto lo conforman –con el profesor Gaitán a la cabeza- 23 investigadores entre los que se encuentran los profesores Carlos Álvarez, Jorge Cortés, Giancarlo Buitrago, Mario Parra, Nancy Yomayusa, Nesly Rodríguez, Diana Rodríguez y Carlos Javier Rincón.

La aleatoriedad en el estudio está determinada por el método de clasificación de los pacientes en los diferentes grupos, lo que minimiza cualquier sesgo en la investigación y la favorabilidad inducida en los resultados. Así mismo las variables como edad, enfermedades preexistentes o hábitos del paciente quedan distribuidas en los grupos dentro de la muestra del estudio.

Por otro lado, el estudio es pragmático en la medida en que no se realizará en un laboratorio que permita la planeación de condiciones ideales, sino en un estadio real como son los hospitales, lugares en los que hay limitaciones y en los cuales entrarán a jugar otros factores de difícil predicción. En el estudio no se busca el mejor tratamiento, más bien el más útil en las condiciones dadas.

Por el momento, los siguientes pasos son: completar la aprobación de los comités de ética de los hospitales, alistar tanto los requerimientos del estudio en los hospitales como los medicamentos y elementos de bioseguridad necesarios, obtener los resultados de las pruebas diagnósticas y, por último, iniciar el estudio con los pacientes. Se espera empezar en las próximas semanas con una proyección a septiembre y entrega de resultados finales y conclusiones en octubre.

“Es una oportunidad muy grande para que el país pueda tener su propio abordaje investigativo y científico clínico de alto nivel de la emergencia, lo cual permita solucionar de manera autónoma e independiente este problema coyuntural y muchos otros que se dan en países de medianos recursos”, señala el profesor Gaitán. (Informe y foto Agencia de Noticias U.N.)