Los dos tipos de biocombustibles que usamos en el país son el Bioetanol que se mezcla con gasolinas al 10% y el biodiesel que se mezcla con diésel al 10%, denominados gasolina E10 y diésel B10, respectivamente. Estas mezclas equivalían a un consumo de alrededor de 22.000 barriles diarios, antes de la pandemia.
En el marco de los aislamientos preventivos obligatorios, la demanda de los combustibles ha caído sustancialmente. Se estima una reducción en el consumo de gasolina E10 del 70% y del diésel B10 en 50%; una realidad con la que el sector debe convivir mientras continúe la coyuntura.
Recientes investigaciones de Fears et al., 2020 y Van Doremalen et al., 2020 han demostrado que el virus SARS CoV2, causante de la enfermedad COVID 19, tiene la capacidad de adherirse al material particulado suspendido en el aire dado que su tamaño (50nm) es muy pequeño en comparación con el del material particulado (0,1mm a 10 mm), pudiendo “viajar” y mantener su capacidad infecciosa hasta por 12 horas.
Por esta razón urgen las medidas encaminadas a mitigar las emisiones de material particulado, estableciendo programas de control de incendios forestales, reducción de emisiones de fuentes móviles y fijas, así como del polvo y partículas suspendidas por el mal estado de las vías.
“La economía se irá reactivando, las personas paulatinamente volverán a sus lugares de trabajo, pero se incrementarán los riesgos de contagio por lo que es necesario reducir los focos de contaminación del virus, siendo el material particulado disperso en la atmósfera respirable uno de ellos”. Indica Jorge Bendeck Presidente Ejecutivo de la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia – FedeBiocombustible.
