Al menos 10 grupos armados, incluyendo disidencias y Clan del Golfo, inician cese al fuego unilateral
Al menos 10 grupos armados ilegales, incluidas las dos disidencias de las FARC y el Clan del Golfo, iniciaron un cese al fuego unilateral en Colombia como parte de la exploración del Gobierno para alcanzar «una paz total», anunció el miércoles al máximo responsable de los acercamientos con esas organizaciones.
El presidente Gustavo Petro, quien en agosto asumió como el primer mandatario de izquierda en la historia del país sudamericano, anunció su intención de buscar una «paz total» que silencie los fusiles y detenga el derramamiento de sangre en medio del conflicto armado de casi seis décadas que ha dejado unos 450.000 muertos.
«Cada grupo con su propia identidad, naturaleza y motivación, está expresando su disposición a hacer parte de la paz total, en esta fase de exploración se les ha pedido no matar, no desaparecer, no torturar y vamos avanzando», dijo en una conferencia de prensa el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda.
El funcionario reveló que entre los grupos armados que han expresado su voluntad de cese al fuego y de suspender la violencia se encuentran las dos disidencias de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se denominan el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia.
La primera facción no se acogió al acuerdo de paz de 2016, mientras que la segunda regresó a la lucha armada por considerar que no se honró el pacto.
Rueda también mencionó a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, también conocida como el Clan del Golfo, las Autodefensas de la Sierra Nevada de Santa Marta y otras estructuras armadas de varias ciudades capitales que no especificó.
Petro se dispone a reiniciar una negociación de paz con la guerrilla izquierdista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que comenzó en la administración del expresidente Juan Manuel Santos y que se interrumpió en el Gobierno de Iván Duque quien finalizó su gestión en agosto.
Los grupos armados ilegales, con presencia en apartadas regiones selváticas y montañosas del país, tienen más de 6.000 combatientes, según fuentes de seguridad.
Tanto los rebeldes de izquierda como las bandas criminales participan en la extorsión, el asesinato, el tráfico de drogas y la extracción ilegal de oro.
El mandatario izquierdista anunció su intención de avanzar en diálogos de paz con los grupos rebeldes, entre los que se incluirían las disidencias de las FARC y de comenzar un proceso de sometimiento de las bandas criminales implicadas en el narcotráfico que recibirían beneficios jurídicos como rebajas de penas a cambio de entrega de bienes y delación de rutas.
Pero también propuso a finales de agosto un cese multilateral de fuego a todos los grupos armados ilegales que operan en el país como parte de su iniciativa de impulsar un proceso de paz para poner fin al violento conflicto armado.
«Estamos en exploración. La oficina de paz está explorando mecanismos jurídicos para permitir el tránsito de grupos armados al Estado de derecho», concluyó Rueda. Reuters