Por: Diego Calle Pérez.
El silencio de la Jurisdicción para la paz me tiene al borde de un ataque de nervios, exclamará, alguna de las que también dijo, volverla trizas. Las Fuerzas Revolucionarias de Colombia, Ejercito del pueblo, no siempre fueron expediciones como las cruzadas medievales, ni tampoco inventarios ecológicos de flora y fauna. Manuel y Jacobo Arenas, tuvieron presente, nunca serían ministros, ni mucho menos alcalde, tampoco se les pasaba por la cabeza ser presidentes de alguna corte constitucional. Los herederos si ocupan curules en el capitolio nacional. Con la creación de la jurisdicción para la paz, se ha hecho un recuento de su proceso histórico y social.
El comienzo de los cruces, no cruzadas, fue incierto y se fueron convirtiendo en un ejército de integrantes entre el recorrido de Génova, en ese entonces municipio del departamento de Caldas, hoy, pertenece al Quindío, hasta Casa Verde. Buscaron implementar un sistema político-social que no fuera el feudalismo como el pregonado desde Popayán por los herederos Valencia que tienen una paloma que caga los diálogos de paz.
Los comerciantes de víveres e insumos agrícolas se han visto afectados en sus ventas con los bloqueos a carreteras. No siempre fueron las Farc-Ep, también hay otro grupo insurgente que se hizo famoso por prenderle candela al oleoducto caño limón- coveñas. Hasta en el Arauca ensoñador se producía el olor que dejaba su paso por las carreteras del tránsito nacional. Impidiendo el movimiento y consolidando su presencia entre espanto y rabia.
Se desplegaron por toda la geografía nacional. Llegaron a veredas, corregimientos y zonas urbanas. Algunos de ellos trataron de imitar los ideólogos franceses y no faltó uno que otro con boina y barba copiando al argentino que se hizo querer por el cubano que tenía habano, ron y caña. La influencia de políticos en diferentes regiones de Colombia, tuvo a bien mirar con desconfianza la creación de la Unión patriótica. Acabaron en meses con los integrantes, algunos se salvaron por exilio y otros se refugiaron en otros partidos y movimientos sociales.
Nunca se cansaron de tener diálogos de conversación. Lo hicieron en varios cruces, más no cruzados de brazos. Tienen el país, desde la cabeza hasta los pies, como dice la canción. Tienen testimonios desgarradores para generar programas y proyectos. Todo eso los colocó en una posición de mucho poder e influencia en los departamentos dónde siempre tuvieron presencia a nivel nacional e internacional, en los municipios, veredas y corregimientos donde querían tener presencia. Se han perdido 5 años de avances en proceso, desmontando su pirámide de cruces, algo así, como la liquidación de bienes inmateriales en un país que conocieron en los rincones dónde solo llegaban los misioneros de Yarumal. Tal vez, por todo lo anterior, es que muchos nos quedamos leyendo cruces de las FARC-EP y no los diálogos como deben de ser.