Exmilitares confiesan 49 «falsos positivos» ante la JEP
Ocho exmilitares del Ejército colombiano admitieron este martes en una audiencia pública de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y ante víctimas del conflicto su participación en el asesinato y la desaparición forzada de 49 personas que fueron presentadas como «falsos positivos» entre 2002 y 2006 en el municipio de Dabeiba, en el departamento de Antioquia.
«Hoy estoy aquí para decir la verdad», sentenció el excoronel Edie Pinzón Turcios, quien confesó que su modus operandi consistía en «asesinar personas vulnerables, estigmatizadas y señaladas de guerrilleros» en Dabeiba. «Destrocé una familia, dejé una esposa sin su esposo, dejé unas hijas sin su padre, dejé unos padres sin su hijo, impedí que un hombre trabajador continuara cultivando su tierra y haciendo de ella un mejor lugar», lamentó Pinzón.
El excoronel apuntó a «muchos factores» que los llevaron a incurrir en estas ejecuciones, uno de ellos la alianza con las extintas paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Los mal llamados «falsos positivos» fueron ejecuciones de civiles por parte de miembros del Ejército que luego eran presentados como guerrilleros muertos en combate para recibir recompensas o beneficios.
Según la JEP, al menos 6.402 jóvenes inocentes fueron engañados con promesas de falsos trabajos y ejecutados por miembros del Ejército para mejorar las estadísticas de lucha contra la guerrilla y recibir recompensas a cambio.
CONFESIONES
El ya retirado mayor Yaír Rodríguez reconoció que «la orden de los comandantes era acabar con la guerrilla», lo cual implicaba el asesinato de cualquier individuo que portara indumentaria blanca o negra, ya que esto suponía que «eran guerrilleros».
Confesó que irrumpieron en la casa Edison Alexander Lezcano, el primer «falso positivo» que se identificó y entregó la JEP en Dabeiba en 2020, y dispararon en repetidas ocasiones: «Lo hicimos por el orgullo, el honor, el seguir las órdenes y ascender», pero Lezcano «no era ningún guerrillero», agregó el mayor en retiro, que se mostró «muy arrepentido».
Otro de los exmilitares, Hermes Alvarado, achacó su responsabilidad en los «falsos positivos» a omitir, callar y no denunciar en una mentira que continuó «por mucho tiempo».
Los restos de los cuerpos de los «falsos positivos» que confesaron este martes los exmilitares fueron hallados en diciembre de 2019 en el cementerio Las Mercedes de Dabeiba por un grupo de militares y magistrados de la JEP. Durante la investigación, se intervinieron un total de 29 fosas comunes y una bóveda en la que se encontraron 49 cuerpos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Medicina Legal.
De estos se logró identificar a ocho víctimas, las cuales fueron entregadas «dignamente a sus familias». Y, junto con la Fiscalía, la JEP identificó a otras tres personas.
En este caso, la JEP imputó los crímenes de guerra y lesa humanidad a cuatro coroneles, dos mayores, tres suboficiales y un soldado profesional por los crímenes en mención. Dos coroneles no aceptaron su responsabilidad y sus procesos continuarán por la vía adversarial en el Tribunal para la Paz de la JEP.
En la audiencia de este martes también participaron otros 17 comparecientes de la fuerza pública involucrados en «falsos positivos» en los cementerios de Dabeiba, Ituango y Carepa.
UNA LUZ DE ESPERANZA
«Es para nosotras, las víctimas, una fortaleza y una luz de esperanza, anhelando conseguir una verdad sobre sus hijos, hermanos, padres desaparecidos que aún están en lugares oscuros donde no les corresponde», señaló Teresita Zapata, madre de Jorge Andrés Zapata, uno de los jóvenes presentados ilegítimamente como dados de baja en combate.
«Hoy escuchamos a los comparecientes, esperamos que hablen desde el corazón. Sabemos que buscan una reconciliación, un perdón y una no repetición para las víctimas, para construir un mejor país», continuó Zapata, quien concluyó: «Aprendimos a no apagar la luz, esa luz que nos acompañará en todos estos encuentros, para recordar a los seres queridos que fueron arrebatados de nuestras familias».
En la audiencia también estuvieron presentes por primera vez los ministros de Justicia y Defensa, Néstor Ozuna Patiño e Iván Velásquez, respectivamente, así como el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, quienes transmitieron un mensaje de reconciliación y de no repetición.
«Todo este propósito no es simplemente por reconstruir los hechos del pasado, sino principalmente por impedir que puedan volver a suceder», señaló Velásquez, quien agregó que «la verdad es la garantía suprema de la no repetición». EFE