El presidente Gustavo Petro, quien muchos creen que aspira conducir a Colombia por los mismos senderos de autoritarismo recorridos por Hugo Chávez en Venezuela y Daniel Ortega en Nicaragua, se encuentra atrapado en una etapa de inestabilidad política causada por sus propios errores y contradicciones, advirtió el expresidente de ese país, Francisco Santos.

Han sido sus propias palabras e incapacidad para gobernar lo que tiene al gobierno de Petro contra las cuerdas, dijo Santos desde un foro realizado el viernes en Miami, al destacar que el actual gobernante padece de uno de los niveles más bajos de popularidad registrados por un presidente a menos de cumplir un año de gobierno.

“Lo que está pasando en Colombia, que podría ser gravísimo, por ahora no lo es porque ésta izquierda es buena para hablar, buena para hacer oposición, pero pésima para gobernar”, dijo Santos en un foro organizado por la organización de activistas Colombia Habla US.

Petro ha comenzado a darse cuenta que la resistencia a su gobierno va en aumento porque él mismo comenzó a desacreditarse, dijo Santos. “Ya se dio cuenta que el enemigo está creciendo y que va a crecer mucho más, generando un proceso de inestabilidad en el gobierno y de falta de gobernabilidad en el gobierno” que lo va a dejar de manos atadas, agregó en el evento realizado en la sede de la Brigada 2506 en la pequeña Habana.

Petro ha estado enfrentando manifestaciones de protestas cada vez mayores en las últimas semanas en medio del rechazo a sus planes de reforma y de señalamientos publicados por medios de comunicación de que su campaña podría haber sido financiada con fondos irregulares.

Actualmente Petro enfrenta una pronunciada caída en sus niveles de popularidad y comienza a ver un esfuerzo de resistencia “organizado por partidos serios que no le van a dejar a hacer las cosas que él quiere hacer en el Congreso y un sistema de justicia que le ha impuesto unas barreras clarísimas en términos de separación de poderes”, dijo Santos.

“Hoy la democracia colombiana y la institucionalidad colombiana sobreviven y están fuertes, pero no podemos descuidarnos”, señaló Santos, quien también fue embajador de Colombia ante Estados Unidos.

Petro también está enfrentando problemas en el plano internacional donde su credibilidad está siendo golpeada por sus propias palabras, dijo el ex vicepresidente.

Recientes comentarios formulados por Petro durante giras internacionales le han estado restando credibilidad y han sido motivos de burlas a través de las redes sociales, como cuando dijo que la venta de petróleo es peor para la humanidad que vender cocaína, o cuando aseguró que Colombia está vendiéndole veneno a Alemania en la forma de carbón, y al expresar pesar por la caída del Muro de Berlín, porque el histórico evento trajo una ola neoconservadora y perjudicó a los movimientos laborales alrededor del mundo.

Comentarios como esos “lo dejan ver como un loquito”, dijo Santos.

Santos, sin embargo, enfatizó que los habitantes de América Latina no pueden bajar la guardia ante los cada vez más frecuentes intentos por instaurar regímenes autoritarios en la región, en un fenómeno que está afectando a todos los países de la región y que describió como una especie de Guerra Fría 2.0.

En esta Guerra Fría, ya no es un enfrentamiento entre las fuerzas de izquierda o de la derecha, como el mundo vió en décadas pasadas, sino que es una lucha entre quienes quieren vivir en libertad y democracia y quienes desean instaurar regímenes dictatoriales, con ayuda de actores foráneos que aspiran cimentar su precia en la región, principalmente Rusia, China e Irán, explicó.

Entre estos es Irán el país que debería ser monitoreado con mayor detenimiento, en vista al uso de organizaciones irregulares como el Hezbollah, el cual ya tienen una fuerte presencia en la región. Y Terán ha estado brindando señales cada vez más claras de que quiere incrementar su presencia.

Por ejemplo, el presidente de ese país recientemente realizó una gira que lo llevó a visitar Nicaragua, Cuba y Venezuela y hace pocos meses envió a dos de los barcos más importantes de su armada a atracar a puertos brasileños. “Y quería, pero aún no lo ha hecho, pasar por el canal de Panamá”, como para decir, yo también tengo derecho de estar aquí, dijo Santos.