Misión de Verificación de la ONU advierte incremento de violencia en Colombia y urge al Gobierno desmantelar grupos armados y bandas criminales
–En la presentación del último informe del Secretario General de la ONU sobre Colombia, Carlos Ruiz Massieu, Representante Especial y Jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, reconoció este miércoles ante el Consejo de Seguridad de la ONU los crecientes esfuerzos gubernamentales en la implementación del Acuerdo Final de Paz, especialmente los relacionados con la Reforma Rural Integral.
Sin embargo, Ruiz Massieu lamentó, las múltiples expresiones de violencia que persisten en varias regiones de Colombia, las cuales, dijo, no deben seguir obstaculizando la implementación del Acuerdo.
En este sentido, subrayó como un paso importante la reciente adopción, por parte de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad, de la tan esperada política pública de desmantelamiento de grupos armados ilegales y organizaciones criminales: “Su implementación debería ayudar a las autoridades a responder eficazmente a las amenazas en constante evolución en los territorios”.
Ruiz Massieu destacó los crecientes esfuerzos en la implementación del Acuerdo de Paz, especialmente en la Reforma Rural Integral, lo mismo que importantes acciones de política pública, incluyendo asignaciones presupuestales significativas para la Reforma Rural, su priorización en el Plan Nacional de Desarrollo y un mayor diálogo con las organizaciones campesinas.
“El compromiso con este punto del Acuerdo en particular, además de las nuevas iniciativas de diálogos de paz, fueron las características sobresalientes del recién concluido primer año de la administración del presidente Gustavo Petro, en su búsqueda por consolidar más profundamente la paz en el país”, subrayó.
Adicionalmente, Ruiz Massieu señaló que las iniciativas de diálogo impulsadas por el Gobierno con actores armados son, sin duda, un necesario esfuerzo adicional para reducir la violencia que impacta a las comunidades.
Saludó como un hecho positivo los avances de la mesa de negociación entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). “Quisiera resaltar el desarrollo del cese al fuego bilateral, que ha resultado en una disminución del conflicto entre las partes”. Destacó también la importancia del apoyo del Consejo al permitir que la Misión contribuya a este proceso a través de su participación en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación. “Este mecanismo está contribuyendo a la prevención y la resolución de incidentes entre las partes”, agregó el Representante Especial. También subrayó el trabajo del Comité Nacional de Participación instalado en agosto para impulsar la participación de todos los sectores de la sociedad colombiana en el proceso de paz, y el hecho de que el proceso está progresivamente asentándose en Colombia.
Sobre los diálogos entre el Gobierno y el grupo que se autodenomina Estado Mayor Central FARC-EP, Ruiz Massieu señaló como positivo que las partes anunciaran, el pasado fin de semana, una suspensión de acciones ofensivas entre sí, y su intención de establecer una mesa de diálogos de paz junto con la entrada en vigor de un cese al fuego bilateral a partir del 16 de octubre. Informó también de la intención de las partes de solicitar próximamente al Consejo que la Misión sea autorizada para participar en el monitoreo y verificación del cese al fuego.
“Las expectativas que genera el avance hacia la construcción de un proceso de paz deben ser correspondidas con el cumplimiento de los compromisos adquiridos, con el desescalamiento de las confrontaciones y, especialmente, con el respeto de los derechos de comunidades, líderes sociales y firmantes del Acuerdo de 2016”, dijo el Representante Especial.
Ante el Consejo de Seguridad, el Representante Especial condenó una vez más “y en los términos más enérgicos posibles, los recientes asesinatos de excombatientes de las FARC-EP”, dos desde la publicación del informe. “Casi 400 excombatientes han sido asesinados desde la firma del Acuerdo. Esto es sencillamente inaceptable y exige de las autoridades medidas urgentes y concretas para su protección, así como la de líderes sociales y defensores de derechos humanos”.
Señaló también que, desafortunadamente, la violencia ya ha impactado las próximas elecciones locales —las segundas desde la firma del Acuerdo—. “Confío en que las autoridades harán todo lo posible para garantizar que, tanto candidatos y candidatas como votantes, puedan participar en las elecciones de la manera más inclusiva y segura posible en todo el territorio nacional. Esto profundizaría un resultado tangible del Acuerdo Final”.
Por otro lado, al conmemorarse este mes el aniversario de la Resolución 1325, sobre mujeres, paz y seguridad, el Representante Especial saludó al Gobierno de Colombia y las organizaciones de la sociedad civil por sus avances hacia la finalización del primer plan de acción nacional para su implementación.
En este mismo contexto, resaltó como otro hito fundamental la reciente decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de abrir el Caso 11, que abordará la violencia basada en género, sexual y reproductiva ejercida por las partes en el conflicto. El Representante Especial afirmó que este importante desarrollo se suma a otros avances recientes por parte de la JEP. Destacó que “es importante para el proceso de paz en su conjunto alcanzar con prontitud la fase en que la JEP dicte sus primeras sanciones propias. Del mismo modo, que el Gobierno garantice que existan las condiciones para la pronta y efectiva implementación de estas sanciones será definitivo para que estas puedan cumplir su objetivo y honrar así el principio de la centralidad de las víctimas”.
El Representante Especial cerró su discurso destacando los esfuerzos de consolidación de la paz que se están llevando a cabo hoy en Colombia, señalando que “en tiempos de tensión en todo el mundo, el caso de Colombia es un recordatorio de que incluso el más enraizado de los conflictos puede resolverse mediante el diálogo, y un llamado a no desistir nunca en la búsqueda de la paz”, afirmó.