Imagen: Secretaría de Educación
El Banco Mundial realizó un estudio en el que analizó de manera integral el desempeño del sistema educativo de Bogotá durante el período 2020-2023, principalmente en la educación pública, e incluyó el tránsito de los estudiantes a la educación posmedia.
Dentro de los principales resultados se destacan el aumento de la cobertura escolar, la reducción de la deserción con estrategias integrales de prevención y recuperación y el fomento del tránsito de la educación media a la posmedia gracias las oportunidades para la juventud que se fomentaron con programas como Jóvenes a la U.
Significativas Inversiones en infraestructura
Al hacer un análisis de las acciones desarrolladas durante el cuatrienio 2020-2023, bajo la estrategia ‘La Educación en primer lugar’, el informe destaca los esfuerzos para mejorar la infraestructura en las zonas con mayores déficit y con menor calidad de vida, refiriéndose a la construcción de nuevos colegios, y señala que esa decisión contribuyó a enfrentar uno de los mayores causantes de la deserción escolar que es la distancia de la casa al colegio.
Asistencia escolar con desempeño positivo
En ese frente también reconoce el resultado positivo del acompañamiento a las escuelas con mayor riesgo de deserción y el fomento de la convivencia escolar. “Estas estrategias han demostrado ser efectivas en otros contextos para resolver las principales causas de la deserción identificadas”, dice el informe.
En síntesis, el análisis asegura que “Bogotá ha mostrado una capacidad notable para retener a los estudiantes dentro del sistema educativo”. Con los programas implementados por la Secretaría de Educación se logró la menor tasa de deserción de los últimos 30 años.
Atenea: impulso a igualdad de oportunidades
Sobre el impacto positivo de las oportunidades para jóvenes, señala que “Bogotá ha implementado estrategias efectivas para mejorar la transición posmedia y el acceso a educación superior. Se ha
proporcionado a los jóvenes información relevante para tomar decisiones informadas sobre su futuro educativo y profesional”.
Para los expertos, un aspecto de gran importancia es haber alineado la formación en el nivel medio y las demandas del mercado laboral, equipando a los estudiantes con habilidades y conocimientos esenciales para su éxito en la educación superior y más allá.
El informe califica la creación de la Agencia Distrital para la Educación Superior, la Ciencia y la Tecnología (Atenea) como uno de los grandes aciertos de la gestión. “Como ha mostrado una reciente evaluación de impacto, el programa Jóvenes a la U, impulsado por Atenea, es efectivo en el fomento la igualdad de oportunidades, incrementando las probabilidades de acceder a la educación superior en el grupo de población con mayores desventajas y vulnerabilidad”, señala el documento.
Bogotá es pionera en darle importancia a la educación socioemocional
En el análisis del Banco Mundial se destaca el Programa Integral de Educación Socioemocional, Ciudadana y Escuelas como Territorios de Paz por su innovación, su modelo integrado, gestión de emociones y de ciudadanía para la transformación de escuelas como territorios de paz.
También se revisó la formación integral e inclusiva y la educación ciudadana. “Constituyen componentes esenciales en el desarrollo educativo contemporáneo, requeridos para preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos globales y fomentar una ciudadanía activa y responsable”.
Los expertos que hicieron la evaluación aseguran que “Bogotá cuenta con avances significativos en la incorporación de la educación inclusiva. Las acciones y programas de intervención de esta administración son destacados en la caracterización de necesidades propias de cada grupo social, en el reducir al máximo la exclusión social y en el avance hacia el enfoque de los derechos y las capacidades”.
La calidad de la educación
Finalmente, el informe también destacó estrategias como el Modelo de Gestión Integral (MGI) y el Sistema Multidimensional de Evaluación de la Calidad Educativa (SMECE). Al referirse a estas herramientas, el informe recomienda “apostar por el fortalecimiento del SMECE, orientándolo principalmente hacia la medición de los aprendizajes fundamentales en lectura y matemática en niveles intermedios”.
La secretaria de Educación, la profe Edna Bonilla, afirmó: “nos han dado importantes reconocimientos en transformación pedagógica, felicitan nuestro Plan de Lectura, las apuestas de multilingüismo, el Bachillerato Internacional y los programas que tienen que ver con la formación en el ser”.
El documento concluye que “Bogotá se encuentra en una posición favorable para enfrentar los retos educativos aún pendientes” y, en particular “tiene avances concretos en las condiciones necesarias que le permitirán hacia adelante enfocarse exclusivamente en el gran reto de mejorar los aprendizajes”.
Entre los desafíos que propone el Banco Mundial están continuar la expansión de la educación preescolar y secundaria, seguir trabajando para revertir los efectos negativos de la pandemia, en particular en los niveles de transición y de primaria y seguir priorizando las estrategias para evitar la deserción, como priorizar las localidades con mayores déficit, porque el abandono escolar es una amenaza latente.
Para el Banco Mundial también es necesario trabajar para mejorar las tasas netas de graduación, reducir las altas tasas de repetición y acompañar a los colegios que muestran resultados menores en aprendizajes, especial en donde se concentran los estudiantes de bajos ingresos.
El informe asegura que los resultados de las pruebas PISA, en las que Bogotá se destacó como una de las pocas ciudades de la región que mejoró en áreas como ciencia y lectura, estarían reflejando que los esfuerzos van en la dirección correcta y por eso concluyen que en poco tiempo Bogotá será la mejor ciudad en materia educativa en América Latina.