ONU-Cambio Climático: Sequías afectan a 3 mil millones de personas en todo el mundo y cuestan USD 300 mil millones anuales
–(Imagen OMM).Las sequías cuestan más de 300.000 millones de dólares anuales en el mundo, advirtió este martes la ONU en un informe presentado en la segunda jornada de la COP16 sobre la desertificación, en el cual alerta que las sequías fomentadas por “la destrucción humana del medioambiente” afectarán a un 75% de la población mundial en 2050.
El coste de esta crisis es de 307.000 millones de dólares anuales en el mundo, afirma.
Para revertir esta situación, la ONU reclama inversiones urgentes en “soluciones basadas en la naturaleza” como “la reforestación, la gestión del pastoreo y la administración, restauración y conservación de las cuencas hidrográficas” para reducir estas pérdidas y beneficiar al medioambiente.
En 2024, que va camino de ser el año más cálido jamás registrado, las sequías han tenido efectos devastadores en Ecuador, Brasil, Namibia, Malaui o la cuenca del Mediterráneo.
“El coste económico de la sequía va más allá de las pérdidas agrícolas inmediatas. Afecta toda la cadena de suministro, reduce el PIB, impacta los sustentos de vida y conduce al hambre, al desempleo, a la migración y supone desafíos de seguridad humana a largo plazo”, afirma Kaveh Madani, coautor del informe.
“Gestionar nuestra tierra y nuestros recursos hidráulicos de forma sostenible es esencial para estimular el crecimiento económico y reforzar la resistencia de las comunidades atrapadas en ciclos de sequía”, afirmó Andrea Meza Murillo, secretaria ejecutiva adjunta de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD por sus siglas en inglés).
La publicación del informe coincide con la 16ª reunión de la UNCCD hasta el 13 de diciembre en Riad para buscar medidas de protección y restauración de tierras y respuestas ante las sequías.
Según el recién elegido presidente de la Conferencia sobre desertificación, sequía y recuperación de tierras, respaldada por la ONU, que se está celebrando en Riad (Arabia Saudí), tres mil millones de personas en todo el mundo sufren las consecuencias de unas tierras pobres y degradadas, lo que «aumentará los niveles de migración, estabilidad e inseguridad entre muchas comunidades».
Abdulrahman Alfadley, ministro saudí de Medio Ambiente, Agua y Agricultura, hizo estas declaraciones al iniciarse en la capital del país de Oriente Medio la 16ª Sesión de la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD).
Según la letra de esa Convención, la reunión representa un «momento crucial para aumentar la ambición global y acelerar la acción sobre la tierra y la resiliencia a la sequía a través de un enfoque centrado en las personas».
Hasta el 40% de las tierras del mundo están degradadas, lo que significa que su productividad biológica o económica se ha reducido.
Esto tiene consecuencias nefastas para el clima, la biodiversidad y los medios de vida de las personas.
Las sequías, uno de los temas prioritarios de la COP16, son cada vez más frecuentes y graves, y han aumentado un 29% desde el año 2000 debido al cambio climático y a la gestión insostenible de la tierra.
La convención de la ONU sobre desertificación se acordó hace 30 años y el actual secretario ejecutivo de la organización, Ibrahim Thiaw, destacó la importancia que sigue teniendo recuperar las tierras perdidas por la sequía y la desertificación.
«La restauración de la tierra consiste ante todo en nutrir a la propia humanidad», dijo, y añadió que «la forma en que gestionemos hoy nuestra tierra determinará directamente el futuro de la vida en la Tierra».
Habló de su experiencia personal al conocer a agricultores, madres y jóvenes afectados por la pérdida de tierras. «El coste de la degradación de la tierra se filtra en cada rincón de sus vidas».
«Ven el aumento del precio de los comestibles, en los recargos inesperados de la energía y en la creciente tensión de sus comunidades», dijo. «La pérdida de tierras y suelos está privando a las familias pobres de alimentos nutritivos, y a los niños de un futuro seguro».
La COP16 brinda a los líderes mundiales de los gobiernos, las organizaciones internacionales, el sector privado y la sociedad civil la oportunidad de reunirse para debatir las últimas investigaciones y trazar el camino hacia un futuro sostenible del uso de la tierra.
Juntos, el mundo puede «invertir las tendencias de degradación de la tierra», afirmó Thiaw, pero sólo si «aprovechamos este momento crucial».
En un discurso en vídeo dirigido a la conferencia, la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, instó a los delegados de la COP16 a desempeñar su papel e «invertir la tendencia», centrándose en tres prioridades, entre ellas el fortalecimiento de la cooperación internacional.
También dijo que era crucial «intensificar» los esfuerzos de restauración y trabajar hacia «la movilización masiva de financiación».
La financiación de estos esfuerzos va a suponer un reto, y es poco probable que provenga únicamente del sector público, pero según la número dos de la ONU, «las inversiones acumuladas deben ascender a 2,6 billones de dólares para 2030; eso es lo que el mundo gastó en defensa sólo en 2023».
Hablando en nombre de las organizaciones de la sociedad civil presentes en la conferencia, Tahanyat Naeem Satti pidió «una acción ambiciosa e inclusiva en la COP16», y añadió que «debe institucionalizarse la participación significativa de las mujeres, los jóvenes, los pueblos indígenas, los pastores y las comunidades locales en la toma de decisiones a todos los niveles».
Hizo hincapié en que «sus puntos de vista y experiencias vividas son fundamentales para dar forma a políticas que aborden eficazmente la degradación de la tierra y promuevan su gestión sostenible y restauración».
La conferencia durará dos semanas, hasta el 13 de diciembre, y en ella se celebrarán intensos debates y negociaciones mientras los delegados se esfuerzan por alcanzar los siguientes resultados:
-Acelerar la restauración de las tierras degradadas para 2030 y más allá
-Aumentar la resiliencia ante la intensificación de las sequías y las tormentas de arena y polvo
-Restaurar la salud del suelo y aumentar la producción de alimentos respetuosos con la naturaleza
-Garantizar los derechos sobre la tierra y promover la equidad para una gestión sostenible de la tierra
-Garantizar que la tierra siga aportando soluciones para el clima y la biodiversidad
-Liberar oportunidades económicas, incluidos empleos decentes basados en la tierra para los jóvenes
(Información DW y Naciones Unidas).