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Tirón de orejas de la Contraloría al Gobierno por la baja ejecución presupuestal en el año que termina

–La Contraloría General de la República expresó su preocupación por la baja ejecución del presupuesto 2024. Con corte a noviembre alcanza solo el 71,1%, siendo la más baja de los últimos cinco años y similar a la de 2020 durante la pandemia.

Subraya que aunque se han cumplido compromisos importantes como el servicio de la deuda ($79,7 billones) y gastos de funcionamiento ($233,67 billones), en inversión apenas se han ejecutado $44,83 billones de los $100,06 billones asignados, reflejando un rezago significativo en este rubro clave.

Esta baja ejecución podría llevar a que muchos recursos no sean utilizados al final del año.

Según las cifras disponibles a noviembre, las pérdidas de apropiación podrían alcanzar los $96,87 billones ($503.4 billones de presupuesto menos $406,7 billones de compromisos), 10 que representa recursos que no se usarían para los programas y proyectos planeados.

Además, existe el riesgo de que las reservas presupuestales no utilizadas sean muy altas si la ejecución sigue al ritmo actual. Estas reservas podrían llegar a $33,61 billones, 10 que refleja una baja capacidad del Estado para comprometer y ejecutar los recursos de manera eficiente.

La Contraloría General hizo un llamado para que al cierre de la vigencia 2024 el Gobierno Nacional ejecute el presupuesto basado en la capacidad de las unidades ejecutoras para adquirir bienes y servicios, evitando un uso excesivo de mecanismos como los convenios interadministrativos, la generación de reservas presupuestales y las fiducias.

En este último aspecto, el organismo fiscalizador de las finanzas públicas destaca que, hasta la fecha, se han registrado órdenes de pago por $24 billones dirigidas a fiducias, patrimonios autónomos y otras figuras relacionadas con contratos fiduciarios.

Esto refleja la relevancia de este mecanismo para mostrar ejecución presupuestal, 10 que exige garantizar su uso transparente y eficiente para el cumplimiento de los objetivos públicos.

En lo que queda de la vigencia, no se prevé un cambio significativo en la tendencia del recaudo tributario. Esto sugiere que, ante las presiones de liquidez, el Gobierno podría verse obligado a recurrir a recursos de crédito o a implementar recortes adicionales en el presupuesto de gastos.

La Contraloría General de la República recomendó a las entidades responsables acelerar la ejecución de los recursos presupuestales, especialmente en inversión, y evitar rezagos que limiten el desarrollo de programas clave.

Asimismo, instó a garantizar la transparencia en el uso de mecanismos como las fiducias y patrimonios autónomos, asegurando que estos se alineen con los objetivos presupuestales y generen un impacto real en la ciudadanía. También resaltó la necesidad de optimizar las estrategias de recaudo tributario para mitigar las presiones de liquidez y evitar un aumento en la dependencia del crédito.

La Contraloría General de la República destacó la importancia de ejecutar de manera eficiente el presupuesto público como motor para fortalecer la economía y generar beneficios tangibles para la sociedad y, ante el hundimiento de la reforma tributaria, instó al Gobierno Nacional a redoblar esfuerzos para garantizar el uso efectivo de los recursos asignados y enfrentar los desafíos fiscales.

Advierte el organismo de control que la programación y ejecución del presupuesto de la vigencia de 2024 ha estado marcada, desde su inicio, por una serie de sobresaltos que iniciaron con la expedición del decreto de liquidación del presupuesto sin los requisitos legales, continuando a 10 largo del año con apremiantes necesidades de recursos para su financiamiento, 10 que conllevó a congelar recursos por $36 billones.

En 10 referente al comportamiento de los ingresos, según la información preliminar a noviembre de 2024 (del Sistema Integrado de Información Financiera -SIIF), se ha registrado un recaudo total neto por $369,74 billones, inferior en 0,3% al presentado en el mismo periodo de 2023. Sin embargo, por concepto de ingresos tributarios sólo se han recaudado $227,41 billones, representando el 72% del aforo vigente por $315,86 billones.

Este comportamiento poco favorable de los ingresos tributarios se explica principalmente por la fuerte reducción del 18% (frente al mismo período de 2023) en el impuesto de renta y una caída de los impuestos externos de $2,29 billones.

Baja ejecución podría llevar a que muchos recursos no sean utilizados al final del año.

Finalmente, la Contraloría General invitó a reflexionar sobre el modelo de ejecución presupuestal, priorizando una gestión eficiente que traduzca los recursos asignados en beneficios concretos para el desarrollo socioeconómico del país.