La destrucción de cinco laboratorios, la ubicación de dos áreas campamentarias y el hallazgo de cuatro caletas pertenecientes a grupos armados ilegales, son los resultados más importantes registrados en la ofensiva que despliega el Ejército en el territorio nacional.
En una primera acción, cuatro construcciones clandestinas improvisadas que eran empleadas para el procesamiento de alcaloides en los municipios de Sonson, Anorí y San Luis, departamento de Antioquia, fueron halladas por tropas adscritas a la Séptima División del Ejército; en los complejos se encontraron dos toneladas de cocaína, 1.000 galones de carburante, 500 kilos de cemento gris, 300 kilos de soda caustica, 150 kilos de urea, tres prensas hidráulicas, dos torres de destilación, entre otros elementos empleados para embalar los estupefacientes; al parecer, las construcciones pertenecían a bandas criminales al servicio del narcotráfico.
Simultáneamente, soldados del Batallón de Contraguerrillas ‘Capitán Edwin Alexander Asprilla’ desplegados en el municipio de Tierra Alta, Córdoba, destruyeron un laboratorio donde integrantes de la quinta cuadrilla de las Farc mantenían ocultos 625 kilos de hoja de coca, 180 galones de Acpm, 50 galones de precursores químicos no identificados y 100 galones de insumos líquidos.
Entre tanto, una caleta donde integrantes de la cuadrilla 49 de las Farc escondían material de guerra, comunicaciones e intendencia, fue hallada en la vereda Bombonal, municipio de Puerto Guzmán, Putumayo; como resultado de la acción, las tropas del Batallón de Contraguerrillas ‘Mayor William Ernesto Pastrana Garcia’ se incautaron de cinco fusiles, un lanzagranadas, 122 granadas de 40 milímetros, 16 proveedores para munición, cinco minas antipersona, 17 estopines ineléctricos, cinco equipos de comunicaciones, tres equipos hechizos, siete chalecos multipropósito y tres uniformes de uso privativo de las Fuerzas Militares.
Además, en los municipios de Campo Hermoso, Boyacá; Santa Rosa, Bolívar y Uribía, Guajira; los efectivos militares ubicaron tres escondites en los que terroristas de Las Farc mantenían ocultos treinta granadas de fragmentación, una pistola, 1.600 cartuchos de guerra, ocho proveedores para munición, 50 uniformes camuflados y dos radios de comunicaciones.
Finalmente, dos áreas campamentarias pertenecientes a reductos terroristas del Eln fueron ubicadas en los municipios de Santa Rosa, Bolívar y Samaniego, Nariño; la primera de ellas tenía capacidad para albergar a 20 individuos y estaba resguardada por un mortero hechizo de 60 milímetros que fue incautado por tropas del Batallón de Infantería ‘Antonio Ricaurte’; una segunda construcción levantada en madera y empleada por terroristas de la cuadrilla ‘Comuneros del Sur’ como centro de adoctrinamiento, fue hallada por soldados del Batallón de Infantería ‘ Batalla de Boyacá’.