La ministra colombiana de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, María del Rosario Guerra, sostuvo que “sí es posible entrar en un proceso de negociación entre Gobiernos” para contratar la construcción del satélite de comunicaciones que no pudo ser adjudicado por licitación pública.
“El proceso (de licitación) hubo que declararlo desierto hace quince días. Hemos venido intercambiando reuniones con la Procuraduría General y argumentos de por qué creemos que sí es posible entrar en un proceso de negociación entre Gobiernos”, dijo la ministra a periodistas.
Hace dos semanas, los evaluadores rechazaron la oferta de la compañía rusa Information Satellite Systems-Reshrtnev, única propuesta presentada al concurso y que fue desestimada porque no satisfacía los aspectos económicos planteados y también por razones de tipo técnico.
A pesar de su opinión, la ministra Guerra informó que la Procuraduría insiste en que, cuando un concurso público de estos es declarado desierto, debe procederse a abrir “una nueva licitación o a un proceso de selección jurídica abreviada”.
“Nuestro argumento es que si eso se vuelve a hacer ya sabemos por la industria que va a volverse a declarar desierta, porque los aspectos fundamentales no son aspectos que las empresas privadas puedan subsanar. Estamos en esas reuniones de discusión”, aseveró Guerra.
Aunque la ministra no especificó con qué países se realizarían las posibles negociaciones, indicó que se han iniciado “labores de exploración” con los cuatro países que presentaron propuestas en el proceso inicial, Canadá aliado con Estados Unidos y Francia con Rusia.
El satélite colombiano, llamado Satcol, es un proyecto que data de hace varios años y cuyo valor se calcula en 230 millones de dólares.
Según el Gobierno, es clave para conectar regiones remotas, como la Amazonia, la Orinoquia y parte del Pacífico, pues son zonas de pocas vías terrestres y carecen de infraestructuras de telecomunicaciones que no les permiten, entre otras cosas, acceder a Internet.
Con el satélite, Colombia busca conectar 30.000 puntos del país, entre ellos hospitales, colegios, bibliotecas y batallones militares, y confía en que esté en órbita en 2012.
El Satcol pesará unas cuatro toneladas, de las cuales 2,4 serán combustible, que se utilizará no solo en su posicionamiento en órbita, sino para mantenerse en su lugar durante los 15 años de operación que se le calculan.