Un hombre abrió fuego el jueves por la mañana en Finlandia y mató a cuatro personas en un centro comercial, así como a su ex compañera sentimental, antes de darse la muerte, según la policía finlandesa, que sospecha que se trata de una venganza sentimental.
El asaltante, Ibrahim Shkupolli, de 43 años y de origen kosovar, mató hacia las 08H00 GMT a cuatro empleados -tres hombres y una mujer- en un gran centro comercial abarrotado a la víspera de Nochevieja, en Espoo, a 15 Km de la capital Helsinki.
Su ex compañera sentimental finlandesa, que trabajaba en un supermercado del centro comercial, fue encontrada poco después muerta en su casa, sin que la policía haya podido saber inmediatamente si le dispararon antes o después del tiroteo.
Los otros cuatro muertos trabajaban en el mismo supermercado que su ex compañera, de 42 años.
La pista más probable «es tal vez un drama sentimental», declaró a AFP el jefe de la investigación, Jukka Kaski.
El sospechoso, un inmigrante nacido en Kosovo en 1966 que vivía en Finlandia desde hace varios años, tenía legalmente prohibido acercarse a ella y a su lugar de trabajo, indicaron los investigadores.
Algunos testigos describieron una atmósfera de gran pánico, con las personas tirándose por el suelo mientras el asaltante abría fuego.
Tras la alerta lanzada a las 08H08 GMT, empezaron a llegar al centro comercial ambulancias y coches de la policía, cuyos agentes detuvieron el tráfico de autobús y tren de la estación vecina, antes de bloquear y proceder a la evacuación del centro comercial.
«Todo el mundo tenía pánico, nadie sabía lo que estaba ocurriendo, mucha gente lloraba», explicó un testigo a la radio finlandesa Yle.
En declaraciones a AFP, Matti Karlsson, director del centro comercial, aseguró que en el momento del tiroteo había unas 4.000 personas en ese complejo gigante, el segundo más grande de Finlandia.
El asaltante se dio a la fuga en circunstancias no aclaradas, y la policía difundió su foto y pidió la ayuda de la población para detenerlo.
El hombre, que ya había sido condenado por violencia a mano armada, fue finalmente encontrado muerto en su casa en Espoo hacia el mediodía, anunció la policía en una rueda de prensa.
Finlandia ya sufrió otros dos tiroteos sangrientos en los últimos dos años. En noviembre de 2007, un joven de 18 años mató a ocho personas en una escuela, antes de suicidarse. En septiembre de 2008, un estudiante de 22 años mató a 10 personas también en una escuela, antes de matarse.
Las matanzas provocaron un refuerzo de la legislación sobre las armas, muy habituales en Finlandia, y pusieron sobre la mesa el malestar de la juventud finlandesa en un país poco expuesto a la criminalidad.
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