Voceros de una asociación de documentalistas argentinos, que presentó un vídeo sobre las FARC, rechazaron los cuestionamientos del presidente Alvaro Uribe a la exhibición del documental, arguyendo que era una “inadmisible intromisión” sobre la libertad de expresión en Argentina.
La afirmación hecha pública en un comunicado de prensa de la asociación de Documentalistas Argentinos (DOCA), salió al paso de declaraciones del mandatario colombiano, quien calificó el material fílmico como un intento de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para “meterle otra mentira al mundo” sobre lo que considera son realmente esas guerrillas a las que califica de terroristas, informó AP.
Tal crítica es “una inadmisible intromisión extranjera sobre la libertad de expresión en Argentina”, dijo DOCA en un comunicado en su página de Internet. “En esta línea de pensamiento podría acusarse a cualquier organización de un festival de antiimperialista por exhibir un documental de Michael Moore”, agregó.
Violeta Burkart, miembro y organizadora del III Festival de DOCA, que exhibió el 14 de noviembre en Buenos Aires el vídeo de 114 minutos sobre las FARC, explicó que el documental llegó desde México a las oficinas de la asociación por correo y luego de una convocatoria publicada en la página de Internet de la asociación.
Burkart insistió que ellos no consultan sobre el financiamiento y realización del documental titulado FARC: Insurgencia del siglo XXI señaló’.
“No nos metimos en ese tema, la película llegó ya terminada”, indicó la vocera desde Buenos Aires, donde está la sede de DOCA, grupo surgido en el 2006 y que se dedica a difundir los trabajos elaborados por cineastas miembros de la asociación, así como de invitados extranjeros, principalmente grupos indígenas, de minorías y sindicales.
El documental, entre los 50 exhibidos en la más reciente versión del Festival de DOCA realizado del 11 al 20 de noviembre en un teatro de Buenos Aires, muestra imágenes de jefes de las FARC como Iván Márquez hablando sobre la vigencia del socialismo y su lucha en Colombia, así como presuntos rebeldes cargando sacos de papas y cosechando maíz asegurando que son su único medio de sobrevivencia y descartando que tengan relación con el narcotráfico.
Autoridades antidrogas de Estados Unidos, de Colombia e incluso mandos medios de las FARC han asegurado que los rebeldes cobran porcentajes por labores como custodiar cultivos de coca, materia prima de la cocaína, así como a laboratorios de procesamiento. Más recientemente la policía colombiana ha dicho que las FARC se disputan con otros grupos ilegales el manejo de rutas de tráfico de drogas fuera del país.
El contenido del documental generó de inmediato críticas del gobierno de Uribe, que conoció del vídeo porque un canal local de televisión transmitió apartes a inicios de año.
En la jornada, el canciller Jaime Bermúdez ratificó en una entrevista con la radio Caracol que la instrucción a todas las embajadas colombianas en el exterior era “hacer un esfuerzo para mostrarle al mundo qué son las FARC realmente un grupo terrorista”.
El video “no refleja la realidad”, dijo el canciller al destacar que en el gobierno debe ser “contundente para evitar que las FARC encuentren cualquier espacio de condescendencia política o física” en el exterior.
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