Reino Unido aumentó su presencia militar en las islas Malvinas con el envío de un submarino a ese territorio, en medio de fuerte tensiones con Argentina que reclama la soberanía del archipiélago.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa del Estado europeo, la fragata británica HMS Cork, que aún no ha llegado a su destino, permanecerá en la región.
Fuentes cercanas al gobierno subrayan que el primer ministro, Gordon Brown, y el titular de Exteriores, David Miliband, antes de responder a Argentina esperarán el pronunciamiento de la ONU, donde Buenos Aires llevó la disputa.
Las tensiones entre las partes se avivaron debido a la decisión de Londres de iniciar el pasado lunes labores de prospección petrolera frente a las Malvinas, cuya soberanía fue usurpada a la nación suramericana en 1982 por el Reino Unido.
En la reciente Cumbre de la Unidad del Grupo de Río, que concluyó la víspera en Quintana Roo, México, los países de Latinoamérica y el Caribe reafirmaron su respaldo a los legítimos derechos de Argentina en la disputa por el archipiélago.
También se pronunciaron contra las acciones unilaterales británicas de realizar explotaciones hidrocarburíferas en el área.
Buenos Aires emitió la pasada semana un decreto que obliga a todos los barcos que surcan aguas jurisdiccionales argentinas a solicitar un permiso para ir a las Malvinas.
El Ejecutivo británico desconoció la normativa al aducir los derechos del Reino Unido para continuar con las labores de prospección de petróleo y gas frente a las islas.
En 1982, Argentina perdió un corto y sangriento conflicto bélico contra el país europeo por la posesión de ese archipiélago del Atlántico sur. El conflicto duró 74 días y costó la vida a 649 soldados argentinos y a 255 británicos.
Las Malvinas, conocidas como las islas Falkland en el mundo anglosajón, se encuentran a 450 kilómetros de la costa sur de Argentina y tiene unos dos mil 500 habitantes.