La directora del INPEC, Teresa Moya, dejó en manos del presidente Álvaro Uribe su permanencia en el cargo, tras la fuga de dos cabecillas paramilitares del pabellón de Justicia y Paz de la cárcel La Picota de Bogotá.

Mientras que la funcionaria afirmo que no descarta la complicidad de la guardia penitenciaria, los voceros de los vigilantes responsabilizaron a la directora del hecho, pues aseguraron que en numerosas ocasiones le habían advertido sobre la alta peligrosidad de los internos.

Tal como lo informo oportunamente el Noticiero Santa Fe, los paramilitares fugados son Jesús Guerrero Castillo, hermano del prófugo Pedro Oliverio Castillo, alias «Chuchillo», y Rahumir Rodríguez Trujillo.